Ya sabe cómo es; incluso el desacuerdo más pequeño con su adolescente puede terminar en gritos, puertas arrojadas, sentimientos lastimados y veladas arruinadas. Pero existe un truco para prevenir que estos altercados normales suban de nivel. Todo lo que tiene que hacer es preguntarle a su adolescente si realmente disfruta de lo que está ocurriendo durante la pelea. La mayor parte del tiempo, no se siente bien por pelear, así que redirigirá su ira antes de que las cosas se salgan de las manos. Déjeme explicarle cómo funciona.
El código secreto
La frase definitiva que detendrá inmediatamente cualquier discusión es: “¿Te gusta a dónde va esto?”. Con esta pregunta, tomará fuera de guardia a su adolescente, incluso si tiene untrastorno negativista desafiante. Desarma totalmente el tema por el que estaban peleando y dirige la discusión a algo totalmente diferente: la pelea en sí.
¿Cuándo debo usar este truco?
Este mensaje secreto que detiene las peleas debe usarse en el momento adecuado para que sea efectivo. Si usted puede solucionar una pelea antes de que se intensifique, entonces quizás no tenga que usarlo. Pero cuando siente que la tensión va en aumento y la pelea se torna más emocional y personal, puede usar este código como una carta de triunfo. Mire este ejemplo.
Digamos que está peleando con su adolescente porque no respetó la hora de llegada a casa. Puede ser algo como esto:
“Mamá, ¡esto es injusto! Solo me pasé por 15 minutos, ¡y ni siquiera fue mi culpa! ¡Había un accidente en la autopista!”.
“Sí, pero ayer también llegaste 15 minutos tarde, y también la noche anterior, así que claramente algo tiene que cambiar. ¡Ya sabes lo que acordamos que pasaría si llegar así de tarde!”.
“Entonces déjame salir hasta más tarde, ¡y ya esto no será un problema!”.
“No es mi trabajo dejarte hacer todo lo que quieres hacer, ¡y no es justo que me hagas quedarme despierta una hora más todas las noches para asegurarme que llegues a casa a salvo!”.
“¡Nunca confías en mí!”.
Detente. Ya han tenido esta discusión antes y sabes a dónde se dirige. Y su adolescente también lo sabe. Ahora es el momento de lanzar la pregunta decisiva.
“¿Te gusta a dónde va esto? Porque a mí, no. Esto no es divertido para mí. Hemos tenido esta misma pelea muchas veces y ya sabemos lo que viene, y no me gusta. Dime, ¿a ti te gusta? ¿Disfrutas de lo que pasa después?”.
Y así, de repente, su adolescente está fuera de guardia. Ya no están peleando por la hora de llegada, y mucha de la energía se difumina. Ha cambiado la discusión a: “¿Te gusta pelear, o no?”. Le apuesto a que ni usted ni su adolescente disfrutan de gritarse a las 11:00 pm, así que hay una buena probabilidad de que su adolescente diga…
“No. A mí tampoco me gusta”.
Éxito. Ya están en sintonía. Han admitido que quieren encontrar una forma de resolver la pelea, no de intensificarla. Ahora, es momento de remediar la situación.
¿Y ahora qué?
Después de que usted y su adolescente hayan dejado de discutir, pueden dedicarse a encontrar una solución al conflicto. En este punto pueden hablar acerca de compromisos, cambiar el tema siendo una persona inspiradora,preguntarle a su adolescente cuál sería su solución ideal o decidir dar un paso atrás y hablar sobre ello en la mañana, con más calma. De cualquier forma, la pelea ha terminado y ya pueden irse a dormir.
Usted y su adolescente tendrán la motivación de encontrarle una solución factible al conflicto porque la alternativa es más ira, gritos y dolor. Y ya han superado eso. Bien sea por la hora de llegada, la vestimenta o el uso de cannabis, usted y su adolescente pueden usar esta técnica para pasar de la pelea al compromiso.
Biografía del Autor:
Andy Earle es un investigador que estudia la comunicación entre padres e hijos y las conductas de riesgo de los adolescentes. Es el cofundador de talkingtoteens.com y anfitrión del podcast Talking to Teens, un programa de entrevistas semanal gratuito para padres de adolescentes.